El consumo de té matcha se ha disparado en comparación con el resto de tés verdes. Sus bondades nutricionales parecen estar muy por encima de las ya de por sí extraordinarias cualidades de otros tés. Sin embargo, ¿es realmente mejor el té matcha? Y si es así, ¿por qué?
En principio, parece que la ciencia coloca al té de moda por delante considerándolo un alimento nutricionalmente más valioso. Al menos, así lo asegura un estudio publicado en el Journal of Chromatography, que concluye que el matcha contiene 137 veces más epigalocatequina galaton que el té verde tradicional, lo que multiplica por ese número su poder antioxidante.
Sus efectos positivos no se deben solo a su contenido en epigalocatequina, ya que su aporte en otras sustancias como la L-teanina o la fibra suman muchos otros beneficios para la salud. Numerosos estudios de laboratorio y universidades han comprobado los beneficios del Té Matcha:
Fortalece el sistema inmunológico
Ayuda a quemar grasa naturalmente
Ayuda a eliminar líquidos
Reduce el colesterol
Aumenta la resistencia física
Disminuye el estrés
Combate el estreñimiento
Ayuda a eliminar los radicales libres
Existen algunas contraindicaciones que deben tenerse en cuenta a la hora de tomarse una taza de té matcha. Ahora bien, todas ellas están relacionadas con su contenido en cafeína. Y es que, aunque la presencia de esta sustancia en el té es inferior a la del café (30 mg por taza frente a los 70 mg del café), su consumo, al igual que el del café u otros tipos de té, tampoco conviene en los siguientes casos:
Si padeces algún tipo de patología cardíaca, enfermedad renal o una úlcera de estómago.
Si estás siguiendo algún tratamiento para controlar la tensión arterial, ya que la cafeína puede interferir en los efectos del medicamento.
Además, la cafeína reduce la absorción del hierro presente en los alimentos. El consumo de té, de hecho, se recomienda a personas con exceso de hierro en el organismo (hemocromatosis), por lo que si sufres de anemia, consulta con tu médico antes de tomar matcha.